+ Era un oasis.. [OFF]

Estaban esperando en el hall del hotel que se haga la hora para cenar, habia algo raro que ella no entendía pero si intuía. A lo lejos una de las recepcionistas concentrada en su celular, mientras que él hacia lo mismo. En su mirada habia algo malicioso, como si estuviera haciendo algo que no debía, pero aun así le provocaba excitación. Sus miradas no se cruzaron por un largo rato, en el aire habia un extraño aroma, que no pasaba desapercibido mientras ella, en el medio de ese abismo observaba como se movía todo delante de sus ojos. Se encontraba nula, casi invisible. Que podía hacer. sino tenia el mas mínimo poder para exigir o reclamar algo. Por un instante se sintió excluida de ese mundo, de su mundo. Que importaba si sonreía o lloraba, no era de esas personas que iba a preguntarle porque estaba así. En el silencio parecía morir lentamente. No habia abrazo que calme ese sentir, por momentos parecía que tenia el mundo en sus manos y en un suspiro, lo perdía. Lo hacia una y otra vez, se maldecía por eso, pero a la vez agradecía que esa persona que tenia frente suyo, aun conociendo sus colores mas oscuros, todavía permaneciera allí. Se preguntaba internamente que lo hacia que se quede. Tal vez era la falta de compañía que necesitaba de a ratos, quizás el sexo o simplemente los silencios que compartían sin interrupción. ¿Como podría saberlo?, si es algo sumamente personal, no sabría nunca esa respuesta, porque no se sentía segura preguntándole aquello. No quería preguntar, no quería pedirle, no quería incomodarlo y a la vez lo quería todo. Un tsunami de contradicciones, que lo único que hacían era que dude aun mas de todo eso que estaba sucediendo. Solía pensar mas de la cuenta y eso provocaba que se calle mas de lo que quería. Por temor a que lo que salga de esa boca, sea errado, obteniendo una descalificación de su parte. Los minutos transcurrieron como si nada, todo se volvió un decorado, ellos estaban distantes, fríos. Y volvía ese malestar que golpeaba adentro, sintió ganas de escupir aquello, pero se contuvo, no lo pudo hacer. Prefería darle el beneficio a la duda, de pensar que aquello solo era un hilo que tejía lentamente su misma mente. Pero no tardo en darse cuenta, que no era mas que una sensación. Terminó afirmando aquella duda cuando bajo la lluvia se esfumó. No hubo despedida ni la habrá. Cobarde abandonó el camino y en cada lluvia vuelve ese recuerdo que poco a poco, va hundiéndose a lo lejos, que ya no le duele tanto como antes. Acostumbrarse se dice, se acostumbro de nuevo a esa vida que tenia en tono gris. Esa presencia, fue un oasis para ella, porque la llenaba de fuerzas, le devolvía un poco esa vida a color. Hoy la escenografía se volvió blanco y negro. la vida se volvió silente nada mas lejano a la realidad misma de esta persona que aun fuerza su sonrisa aunque por dentro, que importa por dentro..

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