+ Un cambio constante [OFF]
Pero todavia no he empezado, y ya me encuentro ahogandome en el silencio. Día tras día invento la misma escena en mi cabeza. La escenografia se mantiene intacta, nosotros cambiamos una y otra vez. El vestuario es variado, lo único que se mantiene igual, es nuestro dialogo. El libreto está escrito, y debe ser respetado como tal.
Un movimiento de más, un suspiro a destiempo y nuevamente cambia todo en nosotros.
Estamos de frente, a un futuro incierto. Estamos ante nuestro espejo, reflejado en el otro. Veo libertad, en esos ojos veo libertad. Se mezcla con una soledad intermitente. Porque hay un amor que revoluciona el alma, es un amor que va y viene, inquieto, dudoso, pero un amor al fin.
Los labios dibujan paisajes maravillosos que vamos a recorrer juntos. Atravesando cada uno de ellos, haciendonos de ellos por un instante. No elegimos, dejamos que nos sorprendan. Y la sorpresa es mutua, porque cuando nos enfrentamos en el otro sabemos cual eligio internamente, y coincidimos.
Tus brazos se transforman en mi lecho. Sereno, fuerte, seguro de cualquier cosa. Me desnuda poco a poco el alma, sacandome de encima los miedos que guardo, develando los secretos nunca dichos que ya no son mas secretos. Atendiendo cada parte herida, sanandola como solo sus dedos saben. Absorbe cada gota que derramo haciendola suya, se vuelve carne mi dolor.
Su voz es mi guía, escucharla me indica el camino, aun estando con los ojos cerrados, aferrada a esa irrealidad que tanto anhelo. Sacude mis oidos, me susurra lentamente cada uno de los deseos y sin quererlo, los cumple. Cumple al pie de la letra todo lo que crea.
Sopla mi cabello, intentando jugar de la forma mas infantil. Sin perder el alma de aquel niño revolucionario. Me acaricia desde la raiz, viaja atraves de mis ondas llegando a la profundidad de mi alma. Dejando alli su mano, calida y segura. Como si me entregara el tesoro mas querido por cualquier humano. Me estruje el corazón de un tirón y lo hace reaccionar. De nuevo esta latiendo. Poco a poco su ritmo se vuelve pausado, intentando acomodarse en su lugar. Pero ya nada vuelve a su lugar, menos el corazón.
Nuestro lugar nunca sera igual, porque cada vez que volvemos algo cambia, sino es lo que nos rodea, somos nosotros mismos.
Un movimiento de más, un suspiro a destiempo y nuevamente cambia todo en nosotros.
Estamos de frente, a un futuro incierto. Estamos ante nuestro espejo, reflejado en el otro. Veo libertad, en esos ojos veo libertad. Se mezcla con una soledad intermitente. Porque hay un amor que revoluciona el alma, es un amor que va y viene, inquieto, dudoso, pero un amor al fin.
Los labios dibujan paisajes maravillosos que vamos a recorrer juntos. Atravesando cada uno de ellos, haciendonos de ellos por un instante. No elegimos, dejamos que nos sorprendan. Y la sorpresa es mutua, porque cuando nos enfrentamos en el otro sabemos cual eligio internamente, y coincidimos.
Tus brazos se transforman en mi lecho. Sereno, fuerte, seguro de cualquier cosa. Me desnuda poco a poco el alma, sacandome de encima los miedos que guardo, develando los secretos nunca dichos que ya no son mas secretos. Atendiendo cada parte herida, sanandola como solo sus dedos saben. Absorbe cada gota que derramo haciendola suya, se vuelve carne mi dolor.
Su voz es mi guía, escucharla me indica el camino, aun estando con los ojos cerrados, aferrada a esa irrealidad que tanto anhelo. Sacude mis oidos, me susurra lentamente cada uno de los deseos y sin quererlo, los cumple. Cumple al pie de la letra todo lo que crea.
Sopla mi cabello, intentando jugar de la forma mas infantil. Sin perder el alma de aquel niño revolucionario. Me acaricia desde la raiz, viaja atraves de mis ondas llegando a la profundidad de mi alma. Dejando alli su mano, calida y segura. Como si me entregara el tesoro mas querido por cualquier humano. Me estruje el corazón de un tirón y lo hace reaccionar. De nuevo esta latiendo. Poco a poco su ritmo se vuelve pausado, intentando acomodarse en su lugar. Pero ya nada vuelve a su lugar, menos el corazón.
Nuestro lugar nunca sera igual, porque cada vez que volvemos algo cambia, sino es lo que nos rodea, somos nosotros mismos.
Canción: Vuelvo
Artista: Ismael Serrano
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