+ Donde habita el olvido [OFF]
Habia prometido hacer de esa noche, una noche especial. Aquella promesa habia rondado en mi cabeza durante un mes, donde cada noche intentaba imaginar un pedacito de esa noche que iba a llegar y que no queria que terminara. Mis desvelos constantes, la intensidad con la que venian a mi imagenes y sensaciones, no poder contenerlas, llendose todo aquello en una cadena de espasmos que no cesaban rapidamente.
Calmar aquellos instantes de extasis, con su voz era una buena terapia en ese corto tiempo. Asi pasaron esas semanas previas a esa promesa. Una dulce tortura en solitario.
El día pactado se habia vuelto interminable, las horas pasaban en cuenta gotas pero ese deseo interno iba creciendo a pasos agigantados.
Despues de esa maldita espera en soledad, ahi estabamos de nuevo cara a cara. Habian pasado meses desde la ultima vez que nos vimos a los ojos, desde la ultima vez que alguno pronuncio alguna palabra de mas. Fueron meses de silencios ensordecedores, fueron meses donde ambos cambiamos. Estaba ese miedo de que aquel momento se transforme en el peor, despues de lo que habiamos arrastrado en esta ausencia.
Una vuelta mas que nos permitiamos vaya a saber uno por que. Volvimos al lugar que extrañe, ese que tiene una vista panoramica que te hace ir mas alla sin moverte de ese ventanal.
Ahi a puertas cerradas nos observamos, buscando decifrarnos. Pero tan fuerte esa quimica que nos nace desde adentro, que no hizo falta mucho preambulo. Esa quimica que flotaba ahi, me dio la pauta que todos estos meses de ausencia no hubieran existido. Porque lo primordial, seguia ahi, intacto.
Tenia que acceder a lo que venia deseando silenciosamente. No tardamos en dejar que ese instante, fluya.
Ese fluir fue el mas maravilloso de todos, dos bocas que se morian por saciar esa sed atrasada, se devoraron mutuamente, a la perfeccion. Ahi estaba de nuevo despertando esa adiccion mientras me dejaba caer ante ese cuerpo. La piel ardia, sus manos quemaban, todo comenzaba de nuevo. Sus manos se encargaban de recorrer el camino hasta el maximo placer. Esas mismas manos que acariciaba como un simple acto de amor, incendiaron mi ser de forma continua, sin respiro. Tal como lo habia pedido, cumplio al pie de la letra con aquello. Me volvio el alma al cuerpo esa noche. Me asalto sin previo aviso, una sensacion extraña, se mezclaba el extasis de ese momento con sal. Diria que fue una liberación lo que habia tenido en ese momento.
Nos llamaba una cita obligatoria a la cual habiamos pactado no pasar de largo. Ahi fuimos a perdernos entre la gente por un rato. Y nuevamente en un momento determinado, nuestras bocas se volvieron a cruzar y ese momento fue el mas saboreado de la noche. La intensidad con la que el beso permanecia en nosotros me hizo irme de mi misma, queriendo teletransportarme al refugio que nos esperaba para una vuelta mas.
La madrugada se hizo inminente, ahi volvimos a sumergirnos en la inmensidad que nos envolvia ese instante. Me ofrecio el lugar mas placentero para descansar, su pecho. Ahi estaba entrando en un sueño profundo, mientras cada detalle estaba ahi, latente en mi retina. Mi pupila archivo mas de la cuenta.
Ese archivo se encarga de atacarme a diario cada noche, desvelandome al punto de querer salir a buscarte y pedirte que me arranques todos esos recuerdos que no me dejan, que se inyectan cada vez mas en mi. No puedo ahogar mis deseos, no puedo porque todavia esta ahi flotando todo lo que me hizo tocar el cielo, lo que me hizo florecer sin nisiquiera darme cuenta de lo que eso arrastraba.
Poco a poco, golpea la puerta el olvido, mostrandose la mejor opcion a todo este melodrama que no hace mas que tirar y tensar el hilo que es imposible de romper.
La vida sigue, el deseo se mantiene latente, pero me rindo poco a poco a seguir luchando por algo que ya se perdio hace tiempo.
Los besos que perdí , por no saber decir, te necesito
Cancion: Donde habita el olvido
Artista: Joaquin Sabina
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